MINISTRO DEL SEÑOR

Sumerjámonos hacia adentro, respirando en silencio, para llegar a ese espacio interior sagrado que nos permite escuchar la voz del corazón y del alma; es en esa experiencia cuando se enciende la luz de la chispa divina que habita en nosotros, cuando desciende el Espíritu Santo y nos conectamos con la Fuente divina de todo lo que puede iluminar, transformar, sanar, renovar, fortalecer y alegrar nuestra existencia.

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